Y con nuestro cuarto recorrido, acaba un proyecto.

Hace mucho tiempo, cuando leí el Libro V del Códice Calixtino, no me podía imaginar que en algún momento podríamos hacerlo y menos con Kapu, que aún no existía ni en proyectos.

Y lo que comenzó en Navarrenx, como una alternativa a un viaje sin guión, nos ha llevado por unos sitios peculiares de Francia.

Ha predominado mucho más lo rural, el famoso agro francés, y en el que te das cuenta de lo superficial que es nuestra mirada si no conoces el idioma.

Pero hemos recalado y disfrutado en pueblos que difícilmente hubiéramos pasado sin el aliciente del Camino.

Ahora ya con cierta idea, el impacto del camino en las diferentes rutas fué y ha sido muy grande, pero ahora se encuentra algo adormecido.

Pero solo hay que recordar lo muerto que estaba el camino en España y como ha ido aumentando de forma tan radical, que empieza a ahogarse de éxito.

Así que con esta sensación de ciclo finalizado, os contamos lo que hemos visto en éste Camino Turonensis.

Algunos datos sobre la Vía Turonensis

En la cita literal del Capítulo Primero del Libro V del Códice de Aymeric, da un resumen perfecto de lo grandes trazos de los cuatro caminos:

» Cuatro son los itinerarios que conducen hacia Santiago y que en Puente la Reina, en tierras españolas, confluyen en uno solo. El primero pasa por Saint-Gilles, Montpellier, Tolosa y Somport; el segundo por Santa María del Puy, Santa Fe de Conques y San Pedro de Moissac; el tercero, por Santa María Magdalena de Vézelay, San Leonardo de Limoges y la ciudad de Pérogueux; y el cuarto,por San Martín de Tours, San Hilario de Poitiers, San Juan d’Angély, San Eutropio de Saintes y la ciudad de Burdeos. La ruta de Santa Fe, la de San Leonardo de Limoges y la de San Martín de Tours se juntan en Ostabal y pasado el Port de Cize se unen en Puente la Reina a la ruta que pasa por Somport, formando desde allí un solo camino hacia Santiago».

Nosotros también lo dejamos para el último, ya que es el que menos nos tentaba. Ya nos habían dicho, que es el que menos peregrinos atrae, por la cantidad de carreteras y grandes ciudades que están en el.

Eso simplifica enormemente el recorrido en Kapu (casi no tuvimos que sufrir esas carreteras donde ni se molestan en pintar linea de enmedio y el arcén es el campo) que en éste caso no venía bien.

El viaje realmente era a Normandía, pero hicimos la aproximación por el Camino, sin el nivel de detalle que hicimos en las anteriores.

Si se empieza en San Juan de Pied de Port, el camino hasta Tours, se divide en 29 etapas. En el mapa que os incluyo, están las indicaciones, tanto del viaje del Camino, como del plan del viaje a Normandía que contaremos después en otra entrada.

Nuestras joyas por el Camino Turonensis

Recorrido de aproximación

Volvimos a hacer el recorrido tradicional subiendo por Roncesvalles, San Juan de Pie de Port, Ostabat y con calma pasamos por innumerables rotondas y ya un poco cansados llegamos a Dax.

Quizás no le hemos dedicado suficiente tiempo a ésta capital. De historia muy relevante, casi siempre relacionada al termalismo y en estos momentos la primera en volumen de visitantes termales.

Lo que vimos, nos pareció desordenada y poco agradable, excepto la plazoleta donde está la fuente de Agua Caliente origen y riqueza de la población.

Quizás, parte del motivo de la poca alegría, es que el área de AC es un foco de suciedad y al lado hay un KFC. Y encimas caímos en coger comida de ahí.

Algo de remordimiento nos queda aún.

Dax es también la puerta a las Landas conocidas de llano, arenas y bosques.

Volviendo al Códice Calixtino, Aymeric hace una definición de las Landas, con la que en esencia coincidimos:

«viene el territorio de Burdeos, de excelente vino y rico en peces, pero de un lenguaje rústico. A los de Saintes se les considera de lenguaje rústico, pero a los de Burdeos todavía más. Hay que atravesar, luego, en tres agotadoras jornadas las landas bordelesas. Es ésta una región falta de cualquier recurso, falta de pan, de vino, de carne, de pescado, de aguas y de fuentes; de escasa población, llana y arenosa, si bien abundante en miel, en mijo, en panizo y en cerdos. Si por casualidad atraviesa esta región en verano, protege cuidadosamente tu rostro de las enormes moscas, vulgarmente llamadas avispas o tábanos, que allí abundan sobremanera. Y si no miras con atención dónde pisas, te hundirás rápidamente hasta las rodillas, en la arena de mar que allí todo lo llena. Atravesado este territorio viene la tierra de Gascuña, abundante en blanco pan y excelente vino tinto, llena de bosques, prados, ríos y saludables fuentes. Los gascones son ligeros de palabra, parlanchines, burlones…»

Una tierra de transición a la que tenemos poco cariño, a pesar de haberla pateado, intentando entender las razones del atractivo que tienen las Landas aquí en Euskadi.

Pasamos sin parar y con mucho dolor por Burdeos. Es el París del sur, y no permite una visita superficial.

Blaye, es una parada obligatoria . No me voy a extender de nuevo sobre Vauban. En ésta parada le hemos dado mejor la vuelta a la fortificación viendo los restos de la parte trasera al río, que parece mar. E infinidad de sitios donde poder aparcar, y a destacar los que están en las bodegas. El del Marques de Vauban está en un sitio encantador, pero no lleguéis tarde. Tienen una pequeña tienda sin obligación de comprar..

Pons, la vez anterior nos ocupamos del Hospital de peregrinos, y en ésta de la población baja y la torre, espectacular. La vuelta la hicimos también por aquí y paramos en el área, a las puertas del Camping de Pons. Mejor evitarlo, feo, estrecho y ruidoso. Y el camping muy caro, para ser municipal.

Mentalmente cuando llegamos a Saintes, nos pusimos ya en modo viaje

Saintes

Aunque no lo hemos dicho, nada más salir de Blaye, pasamos de la Gironde a la zona de Charente, que a su vez se divide en Maritime e interior. Es una zona muy interesante de Francia, donde tenemos dese La Rochelle, Isla Re, Isla de Oleron, Cognac, Rochefort y Angouleme como grandes insignias del placer de la costa y de los vinos y quesos. Tan presentes en todas partes dentro de Francia.

Aymeric ya destacaba la Basílica de San Eutropio, que con sus reliquias, eran un punto de parada obligatorio en la via Turonensis.

Pero gracias a su río navegable, los romanos establecieron una próspera villa. De la que afortunadamente quedan buenos restos, tanto en el anfiteatro como en el arco Germánico.

Tanto el románico como el gótico tienen buenos ejemplares, con la Iglesia de Saint Eutrope, La abadía de las Damas y la Catedral de Saint Pierre.

Y unos agradables paseos junto al río y un casco viejo animado.

El área que está cercano al centro es bastante cutre. Y el camping municipal pilla demasiado lejos si no tienes bici. Así que no paramos y ha quedado en la lista de los sitios a repetir. Tanto Saintes como su zona de influencia llamada la Saintonge.

Saint Jean D’Angely

Lo conoce media europa. Lo que no tengo tan claro es si conocen el pueblo o solo el área de autocaravanas ubicada al lado de un lago y un placer de sitio, especialmente cuando no te peleas por el espacio.

Nosotros la vez anterior solo vimos el área.

Pero ésta vez hemos disfrutado de un paseo muy gratificante.

La ruinas de la abadía, remarcada en el Códice, ahora es un buen marco para meter una iglesia dentro de las ruinas. Asombra el tamaño que tenía.

Dos plazas señoriales, un pilón bien mantenido y un buen sitio para pasear.

Aulnay de Saintonge

Solo tiene la iglesia de San Pedro.

Pero es un románico que bien merece la parada, sin dudarlo.

Lo que se ve actualmente es una reconstrucción del siglo XII. y la fachada tiene una peculiaridad que mejor la veis en la foto.

 

Y aún cuando el cementerio sea de inspiración medieval con réplicas de los sarcofagos, el resultado es muy armónico con la sensación de paz que se respira.

 

Melle

Otra de las buenas sorpresas. La ciudad vale bien poco, pero en pocos metros hay tres iglesias románicas excepcionales aún cuando San Hilaire se lleva el protagonismo.

Y además del románico, unas minas de plata que estuvieron en funcionamiento toda la edad media, con ceca en las cercanías y ahora con museo, con una pinta interesante, pero no pudimos verla al estar cerrado por el mediodía

Y un paseo por un arboreto muy agradable.

Una buena parada.

Lusignac

Un pueblo con aire medieval, donde destaca la iglesia románica de Nuestra Señora de Lusignac, con un bestiario en la portada espectacular.

Poitiers

Situada en lo alto de una colina sobre el meandro del río Le Clain, habitada desde muchísimo tiempo y con bastantes restos de todo tipo. Pero el románico sigue siendo su seña de identidad.

Cada vez huimos más rápido de las ciudades grandes, con lo que hicimos el recorrido marcado por turismo y un poco en plan japonés, nos fuimos cuando se fue el sol.

A pesar de su belleza y de la multitud de monumentos, no nos acabó de entrar ni por el estómago ni por el corazón.

Otra vez será.

Vieux Poitiers

Perdido en el campo hay unas ruinas galo romanas de un teatro con capacidad de mas de diez mil personas y cerca un área de AC bastante peculiar, donde descansamos de la dura jornada por Poitiers.

De camino a Tours y final de nuestra ruta compostelana, cruzamos Maillé, otra de las ciudades mártires, en las que el mismo día de la liberación de París, fueron asesinados 124 habitantes, casi todos los que en ese momento estaban ahí.

También pasamos por Sainte Maure de Touraine, origen de la DOC de su mismo nombre de un queso de cabra excepcional.

Y casi sin darnos cuenta llegamos a Tours.

Tours tiene muchas cosas para ver y disfrutar. Pero la catedral de Tours y sus vidrieras son probablemente lo que siempre se queda en la retina cuando recuerdas la visita.

Y la Basílica de Saint Martin con los restos tan preciados y origen de la via Turonensis.

Y hechas las genuflexiones correspondientes y las fotos de rigor, cerramos la vía Turonensis y empezamos nuestro recorrido por Normandía.

Pero eso es otra historia.

Los viajes nuestra forma de vida.