Ficha
Astorga El Acebo 37 km
A Santiago 217
Acumulados 519,4
Hoy hemos alcanzado la cota máxima del camino con 1517 metros.
Recorrido
En este tipo de viajes siempre hay una tendencia a clasificar que partes nos gustan más o menos.
Si tuviera que hacerlo del viaje anterior siempre me aparece este tramo como el más feliz, el de más sonrisas y carcajadas, el de más hablar y el de más silencio. Frio, sol, fuerza. Todo por delante pero ya viéndolo cercano.
Esté idealizado o no eso es lo que me sale.
Ahora ha sido diferente pero ha tenido su aquel.
Me he sentido a gusto desde la salida de Astorga en oscuridad. Me quería comer los kilómetros. No había razones para no llegar a Santiago de una tirada.
Bueno, un poco menos y me he conformado con el Bierzo.
La supuesta previsión del tiempo nublado y soleado se ha demostrado una entelequia.
He llegado a Murias de Rechivaldo y he optado por ir por Santa Catalina de Somoza en vez de ir por Castrillo de Polvazares. No por nada en especial.
Santa Catalina de Somoza sigue siendo entrañable aún no teniendo nada. Cuesta entender como permiten que la entrada este tan ocupada por las ofertas.
El Ganso guarda uno de los clásicos el camino que es el bar Cowboy. 
Mejor entrar y verlo.
Un precioso camino, como todo el que llevamos,nos acerca a Rabanal.
Hemos disfrutado robledales y en la zonas limpias brezos y tomillo.
La lluvia, que ha estado presente de forma meona, como nos ha dicho uno del lugar que luego comentaré ha cogido garbo. A sacar todo el material antilluvia que no dejaré en lo que resta de etapa.
El viento, las nubes negras, han sido unos buenos compañeros de viaje.
En Rabanal hago casi, el último intento con el hospitalero. Aprovecho que va a misa (el albergue esta cerrado hasta dos horas más tarde) y me confirma que sí tienen los registros, pero en Londres.
Un poco lejos.
Cómo de la mochila, hidrato y a seguir cuesta arriba.
Todo el recorrido ha sido de subida, pero aún queda Foncebadon y la Cruz de hierro y el techo del camino.
En Astorga estábamos a 850 y acabaremos en los 1517.
Foncebadon no deja de sorprender.
Lo hemos conocido en ruinas y ahora es un pueblo que atrae a coches para comer en fin de semana.
Un amigo me ha aconsejado, hoy mismo, que fuera al Gaia.
Una mezcla de opereta medieval, celta, con cuernos por vasos.
He hablado con el propietario y son los decanos del pueblo. Casualmente cuando estuvimos nosotros se les había quemado el bar y no desentonaba del resto de ruinas.
Pero son anteriores el 2000.
La Cruz de hierro es el siguiente escalón de subida. Sorprende por lo pequeña.
Pero es un hito.
El pequeño peso que te quitas de encima dejando una piedra y como mucho una plegaria, es pequeño con lo que sientes.
Aquí un pequeño giño …hace nada la familia al completo vuelve a la Cruz de Hierro
Empiezas a verlo factible.
Imaginas que si puedes llegar.
Hueles a Santiago.
Con ese subidón, bajas a la realidad y te encuentras con el último templario vivo, según el, en el centro pomposamente bautizado como centro de interpretación de los templarios.
Vida dura en un refugio sin luz ni agua. Sello la credencial y salgo escopeteado.
No hay subidón que dure demasiado. Que piedras sueltas tan cabritas.
Y así hasta El Acebo. Con unas nubes que daban miedo. Con todo lo de lluvia puesto. Aire no, viento fuerte. Mojado por fuera (por dentro todo perfecto).
Por fin El Acebo. Me sigo extrañando como pude pasar con Kapu dos veces.
Llegó al Albergue parroquial.
Hospitalero santanderino, Jose Luis. Muy majo. No solo nos atiende sino que nos informa que hay cena comunal y que ya tienen cocinero pero falta un pintxe. Tú. Yo.
Ducha, ejercicios de estiramiento, lavado de ropa que mañana va a estar empapada y justo el tiempo de un vino en un bar reciente.
Su propietario es de Reus y tiene vino catalán y anuncia Calcots.
A cocinar
Sopa de garbanzos con arroz y picatostes.Abundante pimienta y pimentón. Lo comen a gusto. Mi partner italiano hace la pasta y le sale muy bien .
Nuestro hospitalero que está poco practicado en la cocina hace la primera ensalada en su vida y calza más de cincuenta. Preguntando desde el principio.
Pero consiguiendo que muchos nos sintamos en casa.
Comida comunal divertida.
Hay otro madrileño con muchos caminos a cuestas y de conversación muy agradable.
Cuatro italianos, un americano, un vallisoletano, holandés y yo y el hospitalero.
Los dos madrileños y yo nos vamos a por el café y orujillo. Ellos se quedan a ver el partido y yo al blog.
Cuanto estrés.
Encuentros y desencuentros
Hoy ha habido muchos encuentros .
El primero en Murias con alguien que le había visto, al menos, antes de Mansilla. Me he acercado y de forma grosera me ha mandado a la mierda en su idioma. Es mi Shrek particular
Luego he tenido la suerte de hablar con Bienvenida. Un personaje de Santa Catalina de Somoza al que le conocimos, vendiendo tonterías de peregrino, a la entrada del pueblo.
Cuando su hijo puso bar y enviaba a los peregrinos al San Blas se organizó el pifostio con los del primer bar.
Cosas de pueblos. Pero hoy, cuando hablaba con su mujer, aún tenía miedo de la mala leche del del bar.
Me ha regalado una calabaza de madera.
Luego he estado con Giovanna. Era el alma mater de los Hermanos del Camino que me encontré por primera vez en San Nicolás del Real Camino. Ha perdido a sus hermanos por molestias en su pie. Se quedó en Astorga. Y ha perdido parte de su alegría. Conmigo no tiene ese feeling y al poco nos separamos.
Una americana India que prefiere los auriculares,así que atacó con el cencerro.
Al vallisoletano y al holandés en el refugio de los templarios y que me dicen que se van a quedar ahí.
Luego ateridos han bajado. Aquello es muy duro ahora.
Mañana
Quizás Villafranca del Bierzo. Esta mal decirlo pero es otros de los destinos que me enamoran.
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