Fez. Un regalo a los sentidos. Noviembre 2015

 

SIEMPRE FEZ

Fez nos dejó sorprendidos en el primer viaje oficial  que hicimos la familia al completo  con Kapu en el 2010.

Volvimos a repetir en el viaje del 2013 Ana y yo (en algún momento llegará la entrada al blog).

Y aprovechando mi cumple optamos por hacer un viaje corto  Fez.

Poco antes la cuadrilla de nuestro hijo había hecho también un recorrido por Marruecos y de Fez salieron escopeteados ya  que estaba en obras.Así que íbamos avisados.

Nos coincidió al final con los atentados en París, por lo que los dos últimos días estábamos preocupados por el posible impacto, que al final no se notó en las calles.

Y también un día fue sábado, festivo musulmán, que en otras ciudades no afecta demasiado a la vida de las calles, pero que en Fez por su papel más tradicional se sigue con mayor rigurosidad.

Las festividades te dejan la ciudad vacía, que es otra forma muy distinta de conocerla.

FEZ

Fez es el resultado de su historia como centro de acogida de muchas de las grandes migraciones no voluntarias desde países cristianos o desde países árabes enfrentados.

De algunos migrantes se conserva el nombre (Mezquita y zona de los Andaluces…).De otros los recuerdos de su esplendor (las kashbas, las murallas , la zona nueva …)

Y también un barrio judío muy fuerte llamado Mellah.

Fez siempre se ha peleado con Marraquech la capitalidad del reino, hasta que llegaron los franceses e impusieron Rabat. Ni para ti ni para mí.

La monarquía reinante tiene palacios en todas partes y más aún en las siete ciudades imperiales, por lo que les da lo mismo.

Pretender abarcar todo Fez se hace imposible desde el primer momento, ni siquiera  utilizando  el sistema Lesaka Ortega de no parar ni para mear.

Aún a sabiendas que en una ciudad árabe las zonas y calles se difuminan y los recovecos aparecen y desaparecen y vuelves a dar vueltas sobre ti mismo, van algunos consejos sobre sitios que al menos se debieran intentar.

 

Fes el Bali es la zona que más visitareis. Conviene hacer completa  la calle Talaa Kebira desde la Puerta Azul Bab Boujloud, hasta donde lleguéis. Entre medio, sitios encantadores como la Medersa Bou Inania.

 

Paralela, es un decir, la Talaa Sghira que en algún momento pasa a ser la Zkak Lahjar  y también por la Zkak Rouah. Por todas ellas están los comercios tradicionales y turísticos.

Protegidos del sol

 

Y ahora ya sabéis de donde hemos sacado la foto de portada del niño que mira su mercancía.

 

En alguna zona de estas hicimos un almuerzo de las once (hamaiketako), en un puestito muy cerca de un mercado interior de telas. Ahora no llegaría, pero conseguimos ir dos veces (solo que la segunda estaba cerrada).

Lo que nos sorprendió, es que, a escasos metros de una multitud, en una callejuela tuviéramos esa tranquilidad y reposo.Dos comercios, o microtiendas. Una dedicada al pan/dulces. La otra a bocadillos , te , huevos fritos….

Tremendamente pobres, muy limpias,  con un niño que nos daba palique y que de forma ágil cogía el pan de la tienda de enfrente, también la sopa, nos lo servia, nos intentaba entender lo que decíamos, se lo decía a su padre o quien fuera que estaba en el café.

Atención al cliente en grado alto para lo que estamos acostumbrados.

Y algo que se repite, las sonrisas. No han perdido la costumbre de sonreír.

 

Todas acaban de nuevo en Talaa Kebira en una zona cercana al mercado de la Henna, almizcle, ambar.

En el 2010 en nuestro primer viaje con kapu, negocié por un precio escandaloso (no quiero ni acordarme) un trozo de almizcle (musk ), fragancia de la que había leído tanto. Me sentía muy orgulloso aún cuando aún no sabia que hacer con ella. Lo dejamos en kapu envuelto en papel. Pero con tanto calor como nos hizo en algún momento , o para ser más preciso, con el  gran calor que nos hizo todos los días, el ungüento se licuó y el olor que dejo era tan bueno que lo convertimos en el olor personal de Kapu.

Y de paso evitamos el olor a humedad o cerrado,muy típico en las autocaravanas.

Posteriormente el Raval de Barcelona, en la calle del Carmen un establecimiento marroquí fue mi proveedor tanto del almizcle como del sándalo y del ámbar que juntos hacen un olor penetrante, característico, sensual que nos hace recordar buenos tiempo en Marruecos.

Y ya finalmente, y en tamaños más grandes,  Ane nos provee gracias a La Prisa Mata, con lo que una coquetería de kapu, además ayuda al proyecto.

Volviendo a la dura vida del turista, merece la pena un poco antes de camino a  Nejjarine Fondouk , museo de madera y artesanía interesante y unos talleres de sillas de bodas y celebraciones que impactan por los colores dorados/plateados y con todo el respeto, muy apropiados para alguna de las carrozas de carnavales de Tolosa.

¿ FEZ SIN FOTOS DE CURTIDORES? ¿Y DONDE ESTA EL OLOR?

Hay una entrada a un callejón que nos dijeron que nos llevaban a una curtiduría, pero no sabíamos si los bolsos los iban a hacer con nuestra piel.

Pero finalmente llegamos a una cooperativa con las vistas al noble y maloliente oficio de curtidor.

Los que han estado recuerdan los intentos de disimular el olor con hierbabuena o menta o lo primero que tengas a mano. Inútil. Acabarás oliéndote  mal a ti mismo durante todo el día.

El espectáculo es impresionante, ya que el morbo lo da la mala calidad de vida que están pasando metidos en ese agua, que dejó de ser agua en algún momento, con el olor cercano que ni te imaginas cual puede ser si en la azotea huele tan mal y permanentemente en esos líquidos que no pueden hacer nada bueno al cuerpo.

Tuvimos la suerte de ver más de cerca otra más pequeña, donde ya no solo el olor, sino las pieles tenían una apariencia cercana y asquerosa.

Pero bueno, forman parte de la economía nacional. Que sería de la marroquinería si solo recordásemos los olores iniciales.

 

 

LA ZONA MAS SANTA DE UNA CIUDAD MUY RELIGIOSA

Muy cerca de esta parte está la zona sagrada, que se nos escapó en las dos primeras visitas y que bien merece la pena. Es la zona alrededor del mausoleo Zaouia Moulay Idriss. Como en la mayor parte de los templos y lugares sagrados la entrada es solo para creyentes, así que todo desde fuera, pero tenemos algunas escenas que permiten ver algo aún y todo. Pero entrañable es todo el comercio, en torno a esta zona sagrada, dedicado a las ofrendas al santo patrón de la ciudad de Fez y uno de los más venerados en todo Marruecos.

En uno de los viajes fuimos  a  la ciudad santuario de Moulay Idriss  y no nos gustó tanto como a la guía Anaya. Eso sí, no pudimos ver las grandes concentraciones de peregrinos que van a visitarla.

 

Normalmente los ojos y los comercios ya te habrán hecho perderte, pero hay un punto de referencia cercano que es la Mezquita y Universidad Karaouiyne. Lo que se ve por fuera es austero. Pero realmente el valor está en lo que fue, uno de los centros de cultura del mundo conocido. Te manejas más por lo que lees que por la realidad.

Y como no puedes visitarla, fuimos al lado mismo a la Attarine Medersa. Con un artesonado y trabajo de azulejos excepcionales a la vista. Cerca está el mercado de especias.

En una ciudad con tanta curtiduría, el suministro de agua es vital pero el río o que separa las dos colinas y te deja el paso hacia la zona andaluza  no pudimos ni verlo. Esa zona está completamente en construcción. Por fin entendimos lo que nos había dicho nuestro hijo.

Ni siquiera  las famosas curtidurías de Chouara, que vimos en la primera visita, se libraron del impacto y estaban cerradas a las visitas.

EL BARRIO ANDALUZ Y COMO FEZ SE VUELVE MAS FEZ

Nada más pasar el puente y con la cuesta por delante, veréis carteles indicadores de una ruta que te acerca a la mezquita andaluza. El comercio y todo el barrio es más pobre y a medida que vas más hacia adelante, la sensación de estar metiéndote en un terreno en el que el guiri turista es una excepción se nota inmediatamente después de la Mezquita.

En la plaza del alto de la colina se ven las vistas de un Fez más real, cotidiano, duro, pobre, amontonado. Vimos colegiales, gente que salía del trabajo, cierta forma de andar con más prisa que la que vemos en las zonas turísticas.

Fue el sitio donde comimos  en un puesto, sentados.

Y en las tiendas de los alrededores donde compramos una especie de empanadas y pastas y un excepcional zumo de algo, que Ana confirma que era de aguacate.

De ahí fuimos hacia la zona de las tumbas meriníes. Debimos tener mal día ya que la excursión y la subida no mereció mucho la pena. En la lectura los meriníes tuvieron mucha trascendencia , pero el estado de toda la zona deja demasiado a la imaginación.

Con esta incursión y varias pérdidas entre las calles, saliendo a patios que parecían sin salida y gente y te salen los pensamientos de miedo y a veces se te olvida que aquí estás muy seguro y  aún y todo afloran los miedos raciales, dimos por terminada esta zona y el día.

NUESTRA TERRAZA

Desafortunadamente no tenemos suficientes fotos, y aun cuando queda bonito lo de » se quedó en la retina y en nuestros corazones»  hubiera preferido poder poneros las fotazos de nuestras cenas en el Riad. Comida mediterránea, olivas, alguna pasta dulce, dátiles, algo que debía ser como un membrillo (espero que no nos comiéramos algo de jabón de argán, que se vende con una apariencia como de melaza). Sin alcohol. Agua. Impensable en nosotros. Bueno, al menos en mi.

Los riads pueden ser muy diferentes, pero algo en común de la arquitectura que sufre el calor, es un patio central y habitaciones alrededor, subidas empinadas y más habitaciones y la terraza.Al atardecer , muchas terrazas se convierten en comedores y luego en zona de descanso para  agradecer el fresco, la puesta del sol y las estrella.

Con los minaretes, el canto recurrente de los almuédanos , la poca contaminación lumínica,o sea que no hay más luz que la de las bombillas de las casas , sin ruidos de coches, palmeras,todo nos hacía sentirnos  en la gloria.

Y si, se nos ha quedado en la retina….

 

Y VUELTA A ANDAR, ESTA VEZ ENTRE LOS MUERTOS

Si tomas como punto central  Bab Boujloud la siguiente parte que disfrutamos en un pequeño barrio, antigua kashba que anteriormente tenía entidad propia con sus murallas cuya puerta de entrada es la Bab Chorfa y en la que a pesar del abandono y por la hora que fuimos vimos colegiales y niños dirigiéndose a clase, comprando chuches y algo que nos llamó la atención muchas chocolatinas y bocatas de garbanzos, no sé si como desayuno o como capricho.

En un concepto generoso  del sentido enfrente, está el cementerio Bab Segma. La relación de los cementerios con la ciudad y de las poblaciones con sus muertos siempre nos cuenta algo de su cultura.

Con cierto reparo robé algunas fotos a los visitantes.

 

EL NUEVO FEZ PARA EL QUE LO QUIERA

Tuvimos varios momentos de debilidad. Uno de ellos fué una visita al jardín Jnan Sbil, en la línea de los jardines. Aburrido.

Otro mucho peor fue visitar la Avenida Hassan II, descubrir algún centro comercial y el Mac Patos, patear y patear y huir de vuelta a nuestro Riad.

Tendrá encantos, pero prescindible.

LA MELLAH, UNA PEQUEÑA DECEPCIÓN

De vuelta nos dio tiempo a mejorar la visita a la zona de  Fes el Jdid , donde está el intocable palacio real, ejemplo de derroche que se repite en la mayor parte de las ciudades importantes de Marruecos.

Normalmente esa zona es más conocida por su barrio judío  Mellah.

Curioso, los comercios demasiado de baratillo y por el día no pudimos ver el cementerio judío (que tiene el acceso medio escondido cerca de una chatarrería).

A la vuelta, conseguimos entrar en el museo del Palacio Batha. Cerquita de la Bab Boujloud. Como museo semi etnográfico tenía su aquel, pero como palacete entretenido para vivir, mucho más.

RESUMEN

En los viajes a Marruecos, siempre tienes la sensibilidad a flor de piel. No estamos acostumbrados a que nuestras calles rebosen de olores, colores, gente de forma tan cercana a nosotros. Y durante varios días seguidos, se pone a prueba tu cansancio.

A nosotros nos va esta situación y pocas veces sentimos hastío.

En este caso hubo momentos en los que hubiéramos agradecido un Riad con piscina, para perder indolentemente el tiempo entre zoco y zoco. Esto lo aprendimos en el viaje a Marruecos del 2013  y creo que se va a convertir en un estándar.

Aguantamos mucho las multitudes, los puestos callejeros los olores, que no siempre son a especias.

Pero el cuerpo lleva mal el calor acumulado.

Unos baños te dejan como nuevo.

Claro que en Noviembre, la piscina es más difícil.

Con éste viaje, hemos cerrado por un tiempo los viajes cortos a Marruecos.

Pero volveremos con los viajes largos, no creáis que damos la espalda a este especial país.

¡Nuestra debilidad!

FICHA TÉCNICA

Viaje  corto. Por mi cumpleaños.2015

Vueling.

Tres noches en riad a través de airbnb cerca de la Puerta Azul.

Excepcional ubicación y a un precio ridículo.

Vueling sigue siendo rácano en los espacios de los asientos, pero en aquel entonces fue eficiente en horarios.Que eso estos viajes cortos es lo más importante.

Punto de origen  Barcelona.