UNAS PALABRAS DE INICIO
Este viaje es bastante especial. Después de la incursión en el Camino de Santiago en solitario, es el primer viaje en nuestro nuevo estatus de viajeros permanentes. La decisión de Portugal ha estado más dirigida por la meteorología que por una idea premeditada . Queriamos buen tiempo. Andalucía era la alternativa que teníamos. Pero finalmente Portugal norte.
Anteriormente hemos pateado mucho el norte y centro de Portugal, de Evora hacia arriba. El sur lo tendremos que ver más en detalle ya que no nos gustó demasiado. Pero hablo de la prehistoria.
Vayamos pues al detalle
Primer día : Portu Allariz 600 km
En todos los viajes siempre hay la misma duda. Cuánto de aproximación y cuánto de relajación. Somos más partidarios de hacer un fuerte kilometraje en el primer y último día del viaje.
En éste, además, teníamos premio. Por fin el pueblo perdido de Valderas nos pillaba de camino. Zona de paso de arrieros y por milagros difíciles de entender, se ha especializado en el bacalao. Incluso el ajoarriero es aquí diferente y corresponde a aceite, ajos y pimentón en abundancia. Fue un entrenamiento de lo que nos esperaba en Portugal.
Por fin un bacalao tiene el punto de sal que se supone de semejante cadáver momificado en sal.
Y que tan difícil es encontrar en la cocina actual en nuestro País.
Elegimos los Gatitos. Tasca de sota, caballo y rey. Bacalao y conejo, clarete de la casa peleón y al comercio y bebercio. Cafe de puchero y orujo leones, fuerte. Siesta obligatoria.
Sí, con pañal.
Y antes de hacerse demasiado de noche llegamos a Allariz.
Estamos enamorados de esta pequeña ciudad. No nos extraña que incluso en el medioevo fuera capricho de reyes importantes de la corte de Castilla – León.
Aún conserva parte de esa prestancia medieval. Y se enorgullecen de ello. Su fiesta del boi es un gran remake de una edad medieval bonita, como nunca lo fue.
Aparcamos cerca de la plaza de la feria ya que casualmente al día siguiente había mercado. Dos días al mes.
Segundo día: Allariz Ribadavia 48 km
Mañana de mercado. Estamos ya en Galicia y los mercados son muy comestibles. Nos sorprendió que en pleno otoño cuatro pulperías colocasen sus barracas con infinidad de sitios y desde primera hora de la mañana estuvieran cociendo pulpo. Caemos en la tentacion de los puestos y pan, queso, nueces y miel, que nos acompañarán en casi todo el viaje.
Iglesia de Santiago, paseo por la zona del puente románico y disfrute por las calles. Hace años Allariz apostó por los outlets de lujo, dándoles el máximo de facilidades, para covertirse en centro comercial de la zona. Y ha funcionado.
Para las AC el párking cerca del puente románico es un sitio muy bueno. Y si en invierno, da un poco de reparo por la soledad, el campo de la feria es otro buen sitio.
Solo 48 kilómetros pero casi ni llegamos. Visita a Ourense relajada, era poco conocida para nosotros. La zona del mercado, viva y curiosa. En algunos sitios parecía más marroquí que del norte.
Y esta vez, con el buen tiempo que hacía, nos animamos a las termas . La mayor parte públicas. Extremadamente cuidadas. Apetecibles y tentadoras. Nos costó, y mucho, irnos. Que lujo y que envidia al alcance de todos
Ribadavia. Tenemos bastantes fotos de nuestros hijos y de los de Mikel y Maite, cuando eran miniaturas. Es un pueblo pequeño con un cogollo medieval agradable y de paso, centro de la denominación de origen del Ribeiro.
Ahí es nada.
Aparcamos en el campo de la Feria. Muy bien localizado y muy relajado. Un buen sitio.
Y de camino a la plaza mayor nos encontramos con la tahona de la Herminia. En la judería y haciendo pastas judías. Cada una con su nombre y con un manual de los nombres. Una señora curiosa. Cojimos pastas de todos los tipos excepto de dátiles. Razonables, pero impactaba el sitio donde las hacían. Merece la pena verlo
No era tarde, pero a las seis esta ya oscuro ( a las cinco en Portugal). Y vacío. Las tiendas siguen abiertas pero los bares casi vacíos y las calles desiertas. Hay que aprovechar la mañana y el mediodía. La tarde para cenar en Kapu y dormir pronto o leer mucho.
Tercer día: Ribadavia Tui 74 km
Un día raro. La niebla ha sido una constante en todas las mañanas. Más aún cuando hemos estado siempre, muy cerca de ríos. Hasta el mediodía no levantaba. Ha condicionado parte de los recorridos.
Intentamos hacer una carretera rural hasta Arnoia, pero tuvimos que desecharlo. Demasiado riesgo. Así que después de bastantes kilómetros con la tensión de no ver un pimiento ni en Arnoia (ya lo sé, es un chiste muy malo) nos fuimos por la directa a Tuy. Aparcamos en un sitio espléndido cerca de la Comandancia de Marina. Muy recomendable como el paseo hasta el propio Tuy por la marina.
Otra ciudad medieval intacta y acogedora. Con la vista puesta en Valencia de Miño enfrente, en Portugal. Recordándonos que ambas se miraban desconfiadas, guardianas de su zona.
Nos informan de mercado en Valencia de Miño. Y vamos a la ciudad especialmente amurallada. El interior tan bonito como tantas otras fortalezas, pero aparte de toallas y cobre, ni rastro de mercado. Preguntamos y nos dicen que está a las afueras. Mar de plástico y de baratillo. Una y no más, o al menos hasta la siguiente. Siempre caemos.
Comemos en una tasca cercana. Frango y alubias con carne. Comida contundente. Viño verde que nos va a acompañar en todo el viaje. Este vino es barato e imprevisible.
En el manual nos dicen que subamos por el Miño hasta Moncao y Melgaco. No nos pilla con mucho entusiasmo y desistimos sin llegar al segundo. Moncao, murallas y poco más.
Ambas poblaciones son cada vez más importantes en el proceso de dignificación de los vinos verdes con una variad denominada albariño. La propaganda de las zonas la hemos visto en Oporto , Aveiro y Guarda.
Bienvenido sea el proceso de puesta en valor de los vinos blancos del norte de Portugal. Les queda recorrido. Aún son de taza.
Como nos habíamos quedado prendados del aparcamiento de Tuy volvemos por el puente internacional. Es muy estrecho y tenemos un susto y una nueva marca en Kapu. Hay que andarse con cuidado en este puente, sobre todo al principio y al final, ya que se estrecha aún mas.
A dormir como benditos. Que sitio. Y encima está la super luna que se refleja en la ría. Y que las fotos no hacen justicia.
Cuarto día: Tuy Puente de Lima 80 km
Hacemos el recorrido por el Miño. Niebla.
Vilanova de Cerveira. Bien merece una parada. Zona con amplias áreas públicas, esculturas, auditorio, teatro, área de ac. Tiene de todo para una población pequeña y coqueta.
Tenía una de las pousadas más importante de Portugal ( el equivalente a los Paradores) aprovechando el total de una pequeña fortaleza. Es una pena pero esta cómo si se hubiera abandonado hace poco. Sorprende.
Caminha. Otra población para verla con cariño. Agradable , parece más marítima que de ría.
Por Vila Praia de Áncora pasamos sin parar, al ser zona muy de playa y apartamentos. Y por Viana ni nos dió muchas ganas ni conseguimos aparcar.
Esto último es una tontería. Si el sitio nos gusta o nos atrae, siempre conseguimos aparcar, aun cuando sea en la copa de un árbol.
Desde Viana subimos por unas carreteras infernales hacia los puentes de Lima y de Barca que dan nombre a sus poblaciones. En la zona norte y lo sufriremos en abundancia, las carreteras, incluso nacionales, están rodeadas de casas. Cuesta trabajo saber cuándo acaba un pueblo y empieza otro. Si alguno saca el brazo para abrir la puerta igual se lo lleva un coche.
Visualmente es agotador, todo son impulsos. Carteles, coches que salen, gente que va andando, ausencia de arcén… Permanentemente en tensión y cansa mucho.
Aún cuando en el mapa lo lógico sería parar en Ponte de Lima optamos por ir a Ponte da Barca y luego volver.
Ponte da Barca no nos dice nada.
Pero jolinas con Ponte de Lima.
El puente en si largo, muy largo. La población muy bonita para pasearla.
Y una buena cantidad de restaurantes y bares.
Tomamos nuestro primer vino verde tinto en taza. Inenarrable la experiencia. No repetimos. Los petiscos, tapas, buenas.
Elegimos el sitio pero al no haber nadie optamos por cenar en Kapu. Además el párking estaba junto al puente y el entorno muy elegante.
Otra sorpresa fue encontrarbos con la flecha amarilla. En Tuy la esperábamos pero en Ponte no. Fuimos al albergue que está al final del puente en la zona no del centro y cogimos la información del camino portugués y vemos que varias de las poblaciones previstas en el viaje son del Camino. Esta visto que me sigue la flecha amarilla. Bueno si, al revés.
Quinto día : Puente de Lima Guimaraes
Probablemente el recorrido más interesante y gratificante de todo el viaje.
Barcelos era desconocido para ambos. Y superó las expectativas. Un cogollo miy cuidado. Un museo al aire libre en las ruinas del Palacio. Puente y torre medieval.
Y unos queixadas francamente buenas en un cafe moderno con un cafe tan excepcional, como casi siempre en Portugal.
Y claro, Barcelos tiene la misma historia que Santo Domingo de la Calzada, solo que en este caso el gallo es el símbolo de Portugal y aparece por todas partes.
Braga es claramente una gran ciudad, pero el centro se hace fácilmente accesible y sorprendente. Esta muy cuidada. Catedral, Palacio arzobispal , café Brasilia y al menos dos restaurantes que ya merecen la visita. El Ignacio, que no fuimos pero estaba llenos de gente y al que si fuimos anteriormente, hace siglos.
Y La Cociña de la Se donde tomamos dos bacalaos que aún seguimos degustandolos en la imaginación.
Gracias Quim. Siempre tan certero en los consejos gastronómicos.
Con desgana acabamos de comer y despues de dejar un periodo para volver a la realidad, nos fuimos destino a Guimaraes.
Pudimos aprovechar un poco el atardecer para ver unas plazas de películas medievales. Y solo ya por ese entorno, bien merece la visita.
Paseo relajado y a Kapu. El aparcamiento del castillo es donde tambien paramos las AC, pero al ser viernes noche se convierte en zona de reunión nocturna y algunos capullos haciendo trompos con el coche.
Lo demás bien.
Sexto día: Guimaraes Porto 75 km
Este día fue complicado y de demasiada conducción. Y nos ha quedado como algo a volver a repetir. Nos habían dicho la importancia que estaba adquiriendo la ruta del románico. Son tres entornos de los ríos Duero , Támega y Sousa. Con 58 monumentos censados ( básicamente iglesias y monasterios). Como pasa en la zona de Aguilar o en el norte de Asturias son pequeños ejemplos de románico rural. Y están en el quinto carajo , en caminos donde cuesta, casi siempre, pasar con Kapu.
Pero lo que hemos visto, sí nos anima a plantearnos otro viaje, solo que con la versión encogida de Kapu, o más preparado en cuanto a distancias.
El Monasterio de Santa María de Pombeiro, Santa María de Airaes fueron buenos aperitivos aún cuando se nos atragantaran.
Un alto reparador fue la parada en Amaranto. Un pueblo monumental alrededor de un puente y un Monasterio.
Y una pasteleria de dulces conventuales, casi centenaria, con dificultades para elegir.
Y un restaurante en frente, también denominada del Ponte, donde comimos muy bien. Rojoes y Caldo verde. Como entrada nos pusieron bolos de bacalao muy buenos.
Para los primerizos en Portugal, en todos los restaurantes te ponen unos entrantes, aún cuando no los pidas. Es mejor estar atentos , mirar la carta y si lo que te sirven no te gusta, decirles que no o decirles que te cambien por otra cosa.
Este año por primera vez, en alguno nos han preguntado y hemos podido decir que no o elegir.
Relajo y conducción hasta Porto.
Pero, paramos antes en Peñafiel. Estaban de fiestas. Los magustos. Una fiesta equivalente a los magostos gallegos, centrados en las castañas,pero con demostración del vino joven, del lechón y de pastas especiales. Y mucho maíz. Es una pena que nos pillara comidos y que tuviéramos que conducir.
Desde el principio hemos optado por no comprar las tarjetas de prepago de las autopistas y aún cuando hay algunas ,que si se pueden pagar en el momento, son las menos en nuestro recorrido. Así que todos los trayectos se multiplican en tiempo. La próxima vez buscaremos un equilibrio entre autovías y nacionales.
Llegamos a Porto tarde y con mucha lluvia.
Dejamos la visita para el día siguiente.
No estaba previsto pero a partir de Porto la lluvia, de una forma y otra estará presente, pero sin demasiados problemas.
Séptimo día Porto Aveiro 83 km
Estuvimos todo el día en Oporto. Como era Domingo aprovechamos Kapu para darle un buen paseo panorámico. Y luego nos centramos en una pequeña parte del centro. La más cercana a la catedral, la Baixa y el puente de Luis I. Un Domingo no es el mejor momento para ver el bullicio de una ciudad, pero después de bastantes días en ciudades pequeñas, no nos sentimos muy a gusto y después de comer en una tasca de la Baixa optamos por irnos antes de anochecer.
No tengo claro si Oporto nos queda como pendiente o si ha quedado como una prioridad muy baja.
Otra vez será.
De Aveiro se habla mucho de forma rimbombante, como la Venecia del norte. Dejémoslo en que tiene tres canales y eso sí, una ria y Albufera curiosa.
Y la población muy agradable. No la recordábamos y nos gustó. La parte del cogollo, ya que el resto olvidable
Muchos colores en sus barcas y casas.
Y una buena cena con bacalao con natas en La Adega Evaristo. Muy recomendable esta tasca , que a pesar de ser domingo por la noche se abarrotó.
Al releer me doy cuenta que,mi aversión por contar los aspectos culturales que se encuentran en todas las guías, hace que parezca que nuestros viajes sean solo gastronómicos. Algo hay, pero solo reflejaremos lo que se salga un poco de lo habitual. Por eso las rutas del románico, el museo arqueológico al aire libre de Barcelos, las plazas medievales de Guimaraes, etc se comentan un poco más.
Octavo día Aveiro Coimbra 69 km
Hicimos el recorrido por el equivalente a la Manga. Un brazo largo a la izquierda Albufera y a la derecha el mar. Que haciendo gala de ser Atlántico estaba simpáticamente embravecido. Las posibilidades de ver en Mira el arrastre de barcas, con bueyes o tractores ( por lo que nos dijeron bueyes solo los domingos, pero nunca se sabe) era nula. Estaban con alerta amarilla y la flota no salió.
Viaje largo, y llegamos a oscuras. Dimos un paseo bajo la lluvia.por Coimbra .
Nos desanimamos.
Viejo, triste.
Como estábamos en una super área de ac cerca del río, cenamos en casa y dejamos Coimbra para el día siguiente
Noveno dia: Coimbra Guarda 160 km
A la mañana siguiente con más ecuanimidad y después de haber visto la Universidad vieja, que bien merece la pena, y con sol, volvimos a ver la zona donde se supone están alquilados los estudiantes .
Sigue siendo vieja y necesitada de una buena capa de todo.
Pero se hace más entrañable.
Y la plaza del comercio y las calles de alrededor con sus tascas se hace,hasta atractiva y peculiar. A la hora del hamaiketako preguntamos si nos harían un bacalao. Y sí, comemos uno en la calle Azeiteras. Adega Funchal. Recomendable.
Así se ve mejor la ciudad. Caigo también con los bollos del Rei que aquí se ven por todas partes y una galantina de frutas curiosa. Caigo y caemos, que unos se llevan la fama…
Mentalmente ya damos el viaje casi por terminado pero nos espera la sorpresa de Guarda. Y eso que ya habíamos estado, pero a veces la memoria se lía.
Guarda esta en la esquina de la Sierra de la Estrella y nos metemos en alguna carretera menor, que nos hace el viaje divertido pero con curvas.
Es una población de altura en la que notamos, y mucho, el frío.
Aparcamos en un sitio muy tranquilo junto a un colegio y el cementerio. El apps Park for night esta siendo muy válido.
Paseamos y dado el frío volvemos a Kapu . Nos ha gustado. Y se nota.Ya lo veremos en detalle mañana.
Décimo día: Guarda Ciudad Rodrigo 73 km
Visitamos en detalle Guarda con sus palacios, la catedral con diversidad de opiniones, la torre que hace que sea el pueblo más alto de Portugal y una vez ya congelados nos vamos a Kapu hacia la siguiente etapa en Ciudad Rodrigo.
Como se demuestra una vez más el frío nos mata y en la cabeza se cruzan muchos viajes. Se me había metido que Vilar Formoso tenia una fortaleza tipo Vauban. Así que hacía allí nos fuimos.
De camino vamos a ver las las ruinas de un poblado que hace referencia a la historia de Inés de Castro y el amor en mayúsculas. Se supone que eran propiedad de alguno de los malvados que instigaron su muerte y fueron derruidos por Pedro cuando se convirtió en rey. Hay un parte truculenta respecto a desenterrarla , vestirla y hacer que la corte le saludase como reina.
Divertimentos en los viajes de vuelta.
Al llegar a Villar Formoso chasco. No tenía forraleza. Confiamos que el nombre no tenga nada que ver con hermoso. Olvidable.En algún sitio nos habían hablado de su estación del tren y de su bar. La estación del tren parece una tienda de souvenirs con los azulejos de sitios bonitos de Portugal. Pero el bar, que no restaurante, saca raciones. Los bolos que venían con la bebida como tapa/petiscos y la ración de moelas/mollejas de gallina en salsa estaban muy buenas. El vino también y los precios más de España que de Portugal.
No hemos comentado, pero el norte de Portugal sigue siendo barato en comparación a nuestro precios. Por ejemplo los bacalaos con raciones que son muy grandes están entre 11- 17 pero casi todos los hemos comido por 13.
Y una ración es más que suficiente para dos.
La dueña, muy agradable nos aconsejo una Tasca para comer nuestro último bacalao. Y el primero a la brasa. El Oliveira. Tardaron mucho, y estaba salado. Yo lo comí a gusto. Para Ana olvidable.
No siempre vamos a estar de acuerdo.
Con mucho cuidado llegamos a Ciudad Rodrigo y viendo la lluvia y que oscurecía hicimos el primer día de vagueo completo, enlazando la siesta con la casi no cena y la noche.¡Ya veríamos Ciudad Rodrigo al día siguiente!
Décimo primer día: Ciudad Rodrigo Portu 525 km
Visita mañanera a la catedral y la plaza. Desayuno y a coger kilómetros. No paramos ni para comer.
Fin de fiesta
RESUMEN
Nos queda mucho por ver.
La sensación general ha sido mucho mejor que la vez anterior, que fue en plena crisis y que hablando con mi jefe portugués de entonces, había un desanimo generalizado. Muy propio como tema del fado.
Muchas zonas peatonales, limpieza, falta de pintura y de cuidado en las grandes ciudades y en las pequeñas todo lo contrario.
Volveremos, sin duda.
FICHA TÉCNICA
Viaje 97 con Kapu (nuestra Auto Caravana)
2.100 Km realizados.
Punto de origen Portugalete .
Diez noches en: Allariz, Ribadavia, Tui, Ponte de Lima, Guimaraes, Porto, Aveiro, Coimbra, Guarda, Ciudad Rodrigo.
Km totales que llevamos con Kapu : 149.055
Empezamos con Kapu en Abril 2010.Con 38.000 Km