¿Que no hemos entendido para no haber venido antes a este enclave?
Los que hayáis sufrido la entrada de Los Arribes y os hayáis atrevido con su continuación de Las Hurdes ya lo sabéis.
Para los nuevos lectores, solo recordar que, con éste viaje, hacemos 100 en nuestra Kapu y lo estamos celebrando.
Esta entrada corresponde a la visita que hemos hecho a la Sierra de Gata
SIERRA DE GATA
Sin morirme de vergüenza, tengo que reconocer que cuando me hablaban de Gata, solo pensaba en la Gata almeriense. Después del viaje que hicimos y de conocer en detalle esa zona de Almería, ampliamos miras y vimos que en el norte de Extremadura está la Sierra de Gata.
Y dicen que desde hace muchos años.
Fuera de bromas, éste comentario viene a que, es una pena que ésta zona tan bonita, tenga tan poca repercusión mediática. Y aún cuando me meta en camisas de once varas, es difícil entender tanto bombo con La Alberca y tan poco a cualquiera de los pueblos declarados de Interés Histórico de ésta sierra.
Para nosotros ha sido un viaje de descubrimiento.
¿ QUE ENCONTRAMOS EN SIERRA DE GATA?
En los mapas está, y va a misa, que hay montes altos. Pero para los que la visitamos solo por los pueblos, la percepción es que es un gran balcón a la planicie cacereña.
A diferencia de los valles angostos hurdanos, monte suave y vistas al llano.
Por primera vez en varios días de viaje, los pueblos, si tenían interés. Eran el objetivo de la visita.
Y francamente, ninguno de los cinco condecorados nos ha defraudado.
Y lo más importantes es que ninguno se parecía a los otros.
Cinco sorpresas gratificantes: Robledillo, Hoyos, Trevejo, San Martín de Trevejo y Gata.
Nosotros hemos añadido Acebo y el Prado de San Isidro a la salida de Valverde del Fresno.

Dos sitios excepcionales para parar con kapu y dedicarse a tomar el sol. Y en su momento bañarse en las piscinas naturales de El acebo.
Me imagino que todos conocen las piscinas naturales, tan típicas y tópicas de Extremadura. Compuertas artificiales que remansan el río y le dan cierta profundidad, permitiendo el baño.
Oro puro en el calor extremeño y extremo. Supervivencia.

¿ QUE TE OFRECE LA SIERRA DE GATA?
Nosotros hemos traído las motxilas y botas, pero mentalmente, cuando vamos a una zona nueva preferimos autocaravanear viendo pueblos, más que andar y patear caminos.
Pero en ésta Sierra, me imagino que por la benignidad de los recorridos, hay muchos de BTT y en cada pueblo muchos tipo PR y algunos trozos de la GR 10.
Lo dejamos para la próxima vez, pero siempre y cuando vayas en invierno primavera, patear en éste verde tan extraño será excepcional.
Estos días estamos teniendo tardes de siesta al sol que se agradecen sobremanera.
De los veinte pueblos que componen la serranía, hemos visitado 14, con lo que hemos podido hacernos una buena idea de la Sierra.
Y es altamente recomendable.
Y por cierto, de los catorce, catorce tenían mayoritariamente el mismo tipo de cortina contra el sol.
Alguien se hizo rico 😂
COMO VISITAR SIERRA DE GATA
Como no pudimos hacer la vía directa desde Ovejuela en Las Hurdes, a Robledillo de Gata, entramos por el lado más oriental.
1. Día : Torrecilla de los Ángeles, Villanueva de La Sierra y Hernán Perez. Olvidables. Subimos a Robledillo de Gata. Sorprendente.
Aún cuando ya hay muchos casas rurales, nos encontramos un momento casi vacío de gente. A pesar de las obras ( y bienvenidas sean ) una población agradable. Curiosamente al hacer recuento de las cinco es la que menos nos impactó. Descargamaría y Cadalso de paso. Torre de Don Miguel, donde hay una señora área de AC completa. La única y muy aconsejable.

Gata es un placer de visita. Las cuestas, la plaza, la iglesia de San Pedro, la Fuente del Chorro, el jardín botánico, el cedro gigantesco en medio de la carretera. Dormimos, pero aviso a las AC
. No es una plaza fácil para aparcar. Almorzamos en el Gastrobar de la plaza. Buena cata de vinos extremeños. Me alegro por la economía de Rioja y de Ribera, pero a veces nos está resultando difícil encontrar bares que tengan caldos del lugar.
2.- Día : Vuelta técnica de nuevo a Torre Don Miguel a vaciar negras en el área. Y de paso a visitarlo. Curioso. Bonito. Tuvimos la suerte de hablar con uno del lugar ( tambien Tino) que casualmente en Agroman, había estado muchos años por la zona norte.
Algo que hemos visto con claridad en todo éste viaje es la importancia de los centros de día y de las asociaciones de jubilados, muy activas. Como es invierno, y no se ven turistas ( en todo el viaje llevamos solo otras dos AC), los pueblos se convierten en paseos de geriátricos. Y los chandals de las mujeres para hacer las compras y las panas al atardecer solo los hombres.
A veces los tópicos se convierten en realidades.
Y en la práctica cuando preguntas algo, pues la conversación viene dada.
Todavía me cuesta, pero empiezo a disfrutar de éstos momentos de conversación sin contenidos, que antes los llamaba pérdida de tiempo.
Santibañez el Alto, la plaza de toros, sus vistas y las casas junto al castillo.
Subimos a Acebo. Explosión de naranjos. No tiene nada, pero se hace agradable. Muchas casonas y chalets. Zona de “sierra”. Las piscinas naturales un placer que usamos para comer (aún no es época de baños….).

Hoyos. Una de las cinco. Sorprende por la cantidad de mansiones y la convierte en la señorial de todas. Agradable y de paseo tranquilo.
Trevejo. Otra de las cinco. La breve. La medieval. Tuvimos la suerte, y lo aconsejamos, de verla al atardecer. Se ve en cinco minutos. Es minúscula. Pero es como meterte en un sueño. Y al atardecer caes en el romanticismo o en la caída de boca y babas. Impacta.
Pero como somos más urbanitas cuando salió el The End y oscureció nos fuimos a San Martín de Trevejo. La quinta y última.
Las repoblaciones con gente del norte se hacen notar y todas las calles y anuncios se hacen en La Fala y en castellano. Lo veremos en Eljas y Valverde. Cada uno con su peculiaridad.
Si ya nos es difícil entender el extremeño, esto lo complica un poco más.
El agua fluye por sus calles y le da una personalidad auditiva diferente a cualquiera otra.
Los entramados, los escalones para librase de las crecidas y las flores ayudan a remarcar su personalidad. Hay que visitarlo. Y los que puedan que la visiten de noche. El juego de luces y la soledad ayudan a entender mejor este precios pueblo.
Valverde el Fresno tiene comercios, mercadillo y un Dia grande donde hacer acopio.
Y a la salida un refugio para nosotros, autocaravanistas. Ahora vacio, pero con 14 barbacoas espaciadas, mesas y verde para tumbarse. Un placer que usamos y disfrutamos para medio en siesta recordar lo que habíamos visto de Sierra de Gata y pensar lo que nos venía ahora en Portugal.
RESUMEN
Solo por los cinco pueblos ya merece la pena el acercarse. Las rutas para patear abundantes y tranquilas. Zona verde, al menos ahora en invierno y primavera.
Después de tanta sequía de pueblos con personalidad, Sierra de Gata no nos ha defraudado.