¿ Y qué pintamos otra vez en el Camino de Santiago?
Los que nos siguen, saben que hay un dicho en el que, siempre hay un motivo para hacer el Camino, solo que a veces hay que buscarlo. Y a veces crearlo.
Algo de esto nos ha pasado, ya que después de decidir que y cuando ibamos, nos dimos cuenta que nuestro treinta aniversario, de boda, !de que va a ser si no!, nos pillaba en medio.
Así que ya teníamos la razón, celebrarlo, brindar por otros treinta y de paso cerrar de una vez, un año que ha sido bastante complicado.
El cambio tan esperado a prejubilado, más que ajuste fino ha exigido cepillo y escofina.
Eso sí, no ha dejado a ambos suaves, romos y tranquilos como nunca habíamos estado.
Cuesta reconocernos, pero estamos poniendo los cimientos de los siguientes treinta, así que bienvenidos sean.
El Camino Frances
Para Ana esta es la tercera intentona, para mí la cuarta.
Cómo es un homenaje a nosotros mismos, vamos a hacer parecidas etapas a las que hicimos con los niños, en nuestro primer camino por la Ruta Francesa.
Nos hemos reservado treinta días para hacerlo con calma.
Ya veremos cuántas ampollas y cuántas uñas negras conseguimos en este camino. ¡Seguro que no salimos indemnes!.
Esta primera entrada cubre Navarra
Primer día: lunes de dolores.
Madrugón para coger el autobús a Iruña. Queremos tentar la suerte por si hay más gente para coger un taxi a Roncesvalles. El único autobús a Roncesvalles sale a las tres y, aún yendo con calma, nos parece una pérdida de día. Si no sale empezaremos a andar desde Iruña.
No sale, así que después de sellar en la oficina de Turismo, sobre las 10.30 empezamos por la calle mayor a ir dirección Cizur.
Es un día de calor fuerte y vamos casi cuatro horas más tarde que lo habitual en cualquier etapa.
Nos tragamos la subida y sobre todo la bajada con un sol de justicia, con la mochila aún reclamando su sitio en la espalda, con los calcetines equivocados, y con el cuerpo preguntándonos que hacemos y quejándose de paso.
Derrotados llegamos a Gares/Puente La Reina, donde para rematar el día, no hay sitio en nuestro albergue, el de los PP Reparadores. Desconcierto, despiste, y seguimos andando sin llamar a los otros, como zombis. Solo al llegar al puente y no ver las señales de los otros dos albergues, Ana espabila y me dice que llame de una vez.
Con una cuesta, que en ese momento es criminal llegamos al albergue Santiago. Menos mal que ya nos habían dicho que tenían sitio. No sé que hubiéramos hecho si nos dicen que no.
Tras la ducha y cuando parecemos personas, hacemos recuento de daños y yo tengo sarpullidos en las espinillas y la moral por los suelos al ver que Ana ha ido mucho más suelta que yo en la mayor parte del viaje, sin esas ventosas que yo tenía por patas y esa permanente sed insaciable.
Ana ha abierto la lista de ampollas. Las habituales pero a lo grande.
Siempre me sorprende la moral que tiene con esos pies.
Y encima se mete una tormenta de narices con lo qué, aún cerca de Puente La Reina nos quedamos a cenar en el albergue.
Comida de caminante sin más que decir. Nos vemos tan bajos que incluso encargamos el desayuno del día siguiente.
Imaginamos que al igual que la tormenta escampa, algo irá a mejor, después de este primer dia, que casi parecía el último.
Y eso que solo han sido veinticuatro escasos kilómetros.
En la zona comprobamos los muchos países, aunque predominando los italianos, y poco después también las capacidades sonoras en el dormir.
Por encima de todos tenemos dos tenores que acaban coordinados para asegurar que no quedan momentos en silencio.
Segundo día: Martes de resurrección.
Cómo soy el que escribo pongo los títulos sin intención de ser ecuánime. Para mí la etapa de Puente la Reina a Estella, a pesar de su perfil quebrado, con algunas cuestas cortas pero fuertes, es como sentir de nuevo las piernas, tener la sed lógica de un día de calor y notar que las plantas se alzaban del suelo sin estar pegadas.
Ana lleva mal las cuestas, así que ha sido otro día de dolores, y ni siquiera el premio de Estella y su albergue municipal ( hemos llegado pronto), ha sido suficiente.
Cómo han crecido esos bichos llamados ampollas, tanto en tamaño como en número, Ana ha cedido en pasarnos por el ambulatorio, donde un ángel le ha puesto orden y cura a los bichos.
Esta etapa, en si es bonita ya que pasas por bastantes pueblos, Mañeru, Cirauqui, Lorca y Villatuerta antes del regalo a la vista del casco medieval de Estella.
Y al haber empezado pronto,seis y media andando, lo principal lo haces en fresco y llegas a la hora del vermut con sitio en el albergue. Son unos veintidós kilómetros.
Incluso aún cuando quisieramos hacer los kilometrajes que hice en mi última caminata, ahora implicaría no tener sitio en los albergues públicos. Sobre las dos ponen el cartel de completo.
Comemos y cenamos pasta con algo de rosado garnacha ( que se note el Vinofest). Larga siesta y relax.
Vemos todo de otra forma.
Después de cómo le ha dejado la enfermera los pies, creo que se ha dado de margen algunos días más.
Para conseguir más prórroga, las siguientes etapas son cortas, así las ampollas igual se convierten en algo manejable.
La tarde está amenizada por unos irlandeses, con voz como para cantar a Capela en una plaza de toros. Rock de cantautores. Me suenan casi todas pero mi incultura musical hace que no pueda deciros ninguna.
La noche ya sin sorpresas, yo con los tapones desde primera hora y Ana aguantando por no ponerselos. Incauta. No acaban de convencerle.
Y la mañana divertida con dos brasileñas de las que encienden la luz del móvil allá por las cinco y a las seis y cuarto cuando salimos nosotros todavía andan trasteando y tocando…..
Tercer dia: Miércoles de Purgatorio
La etapa es corta. Estella Los Arcos. Veintiún kilometros, sin apenas cuestas salvo a la llegada a Villamayor de Monjardin.
Además tiene todos los atractivos.
Vino de la fuente en Iratxe, para jolgorio de los guiris que no se lo creen.
Románico bonito en la fuente y en la Iglesia de Villamayor.
Plantaciones de colza, judías, alfalfa y trigo( de esto último no estamos tan seguros ya que aún no sabemos diferenciar entre trigo, centeno y cebada).
Y vides. Todo verde, lo que lo hace agradable y nos anima para cuando estemos entre Burgos y León y los grandes y aburridos campos sin frutos que aguantè en Octubre.
Los Arcos tiene la Iglesia y la plaza al lado como punto de reunión para todo.
La iglesia es una combinación de estilos, pero lo relevante son los diferentes retablos barrocos y churriguerescos y la talla tardoromanica que antes era negra y que al inicio del franquismo la dejaron blanca por alguna estupida razón.
Así que todo los caminantes estábamos por ahí sesteando o comiendo.
Y el grupo de irlandeses, se volvió a soltar la melena. Solo que en vez de actuar en el patio del albergue, hoy tocaba un público en la plaza con mas de cien personas.
Aplausos, bises y esas voces que siguen cubriendo la plaza. El repertorio no ha cambiado mucho.
Todo en inglés, of course.
Me da que acabaré cantando con ellos antes de llegar a Santiago.
Ya empezamos a saludar a gente. Somos el grupo de los veinte kilómetros más menos.
Bastantes nos vamos a la misa del peregrino. Cura joven que nos recuerda las prédicas de su radio, y que se trabaja la misa como un pugilato. Que no haya un momento de silencio. Divertido.
Casi seguro que los veremos en Viana y en Navarrete…..
Primer intento de Ana de ponerse los tapones de silicona. Reconozco que no gustan y siempre parece que se van a caer, pero indispensables si quieres seguir comportándote como una persona.
La mañana es divertida. Todos locos.a las cinco estaban hablando, bolseando, poniendo la luz. Ya ni me molestó. Saludos y al ruedo.
Cuarto dia: Jueves
Nublado de principio a fin.
Mucha agricultura. Hemos podido con ayuda, identificar alfalfa y judias.
Por las veredas de los caminos de tractores, se nota la caída de semillas y todos los bordes están amarillos de colza, beses de avena y mucha amapola.
Es un disfrute a la vista en este tipo de paisajes entre barrancos y pequeñas alturas.
Ausencia de pueblos, pero en Torres del Río, está una de las maravillas del camino. El templo octogonal del Santo Sepulcro. Románico mudéjar del siglo XIII. Merece la pena llamar a la persona en los horarios normales y verla por dentro.
Llegamos a Viana a la hora del hamaiketako.
Ya recuperaremos cuando los pies de Ana mejoren.
Visita al centro de salud. Va todo bien.
Comida, reposo, a escribir, a dormir, a cenar. Vamos, lo habitual.
Aún estamos sin integrarnos demasiado.
La barrera del idioma pesa aún mucho.
Tiempo tendremos.
Y llegó el monstruo. Esta vez escondido en un majo sueco con el que había hablado.
Su modalidad era el silencio largo y la caja de los truenos. Silencio caja de truenos.
Ana me ha rogado, implorado que le meta los tapones de silicona con martillo para que no salgan.
En algún momento será el día siguiente y descansaremos.
Para el debate
El sistema de traslado de mochilas de punto a punto, ha dejado de ser marginal y limitado a ancianos o impedidos.
Lo qué no me acaba de encajar es que compiten por las plazas en los albergues públicos en igualdad de condiciones.
Incluso algunos albergues municipales reciben esas mochilas, aún cuando y faltaría más, no tienen derecho a reservar sitio.
Y enlazo con algunos retazos de la conversación, con uno de los empleados, de uno de los albergues más conocidos de Torres: estamos para facilitar las cosas al peregrino. Sin acritud decía, las asociaciones de amigos del camino son las asociaciones de enemigos del peregrino.
Es una paradoja, que quienes,cuando nadie daba un duro por el camino, consiguieron darle el auge, ahora puedan ser vistos como rémoras del pasado.
Lo que parece palpable es que ya no es el camino heroico del «sin sufrimiento no hay gloria».
Nosotros seguimos manteniendo el esfuerzo de la mochila, pero cada vez más, vamos pidiendo unos mínimos en las instalaciones.
Cuando nos quedamos sin sitio en el albergue en Puente la Reina, suponiamos que habría algún otro sitio. Y eso siempre lo vamos a tener a un precio razonable. Esa oferta tan grande se alimenta del camino. Y ¿ tiene limite?.
Este mes de mayo empezamos a ver lo que es la masificación del camino.
La aparición del camino norte y primitivo diversifica, pero no parece que afecte al Francés.
Será un tema recurrente en este viaje que intentaré comentar con los que viven en primera fila este proceso.